La paralización entró a su cuarta semana y ahora involucra a 6.550 miembros del poderoso sindicato United Steelworkers (USW) en 15 instalaciones de la industria energética del país, incluidas 12 plantas de procesamiento de crudo.
Trabajadores en 12 refinerías de Estados Unidos continuaban este lunes con la mayor huelga del sector en 35 años, en una protesta por mejoras salariales que ahora afecta a un quinto de la capacidad nacional, aunque fuentes dijeron que las discusiones entre las partes podrían reanudarse esta semana.
La paralización ingresó el domingo a su cuarta semana y ahora involucra a 6.550 miembros del poderoso sindicato United Steelworkers (USW) en 15 instalaciones de la industria energética del país, incluidas 12 plantas de procesamiento de crudo. Fuentes familiarizadas con las negociaciones dijeron que las conversaciones podrían reanudarse a mediados de esta semana para poner fin a la huelga.
El paro en la actividades comenzó el 1 de febrero, cuando se rompieron las negociaciones para un nuevo contrato de tres años entre USW y el principal negociador petrolero, Shell Oil Co.
Tras el último quiebre entre las partes, los líderes de Steelworkers apuntaron a Shell, filial de Royal Dutch Shell Plc en Estados Unidos.
Los líderes sindicales convocaron a los trabajadores de Shell de una planta de químicos y de tres refinerías de Motiva Enterprises. Motiva es una empresa conjunta entre Royal Dutch Shell Plc y Saudi Aramco.
La paralización incluye ahora a la mayor refinería del país, la que tiene Motiva en Port Arthur, Texas, con una capacidad de procesamiento diario de 600.250 barriles por día (bpd). Los afiliados a USW también se están manifestando en la refinerías de Motiva en Convent, Luisiana, de 235.000 bpd, y en la de Norco, Luisiana, con 238,000 bpd, además de la planta química de Shell en Norco.
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