E N
M I O P I N I O N
El poder de la
palabra es muy grande y crea efectos favorables y adversos según la forma como
ella se emplee. "Ah vida desgraciada”, es una expresión que lo que más
atrae es negatividad, tanto interior como exterior. Lo duro del caso es que no
sólo algunos la usan con frecuencia, sino que a su vez la vuelven parte de sus
propios pensamientos y ello no es bueno, pues en la pura realidad uno es lo que
piensa.
Por el contrario,
cuando cambiamos esa expresión por algo como " Esto está difícil pero yo
amo la vida", ello nos tornara a pensar que, aunque un evento genere ansiedad
y disgusto por resultados inesperados o no gratos resultantes de el, la vida
tiene muchos componentes más, los cuales se inician con el gratificante
pensamiento y manifestación de que como mínimo estamos vivos y gozamos de buena
salud.
En tal sentido va a
resultar claro afirmar que aquel quien se expresa en forma negativa pueda
esperar de ello resultados positivos, puesto que la energía interior y exterior
que esto genera no es para nada favorable. En consecuencia el pensar, hablar, y
actuar bien, siempre será un excelente antídoto contra la depresión y la baja
autoestima.
Miami, Marzo 9 de
2016
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